Para los hombres del campo fue un año de bendiciones porque toda la siembra de temporada de maíz se tradujo en buenas cosechas y es un aliciente para las familias, subrayó el productor, Agustín Che Balam, originario del ejido de Kantunilkín.
Explicó que a pesar de que los plantíos de maíz fueron afectados por el gusano cogollero con las precipitaciones pluviales, se recuperaron las hojas y por el momento varios campesinos han iniciado con la comercialización del producto.
Confió que las condiciones climáticas continúen de esa forma, porque las ondas tropicales solo han originado lluvias que ayuda a la producción del campo.
Y es que varios productores del ejido de Kantunilkín han iniciado a realizar los ofrecimientos de la producción del campo como una forma de agradecer a los dioses, de tal forma algunos lo realizan en su área de trabajo y otros a la iglesia de la Inmaculada Concepción, patrona de Kantunilkín. (Con información de Raúl Balam).
