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El promotor cultural señalo la falta de espacios para estimular la capacitación profesional.
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La historia del teatro en Quintana Roo es joven, como el estado mismo, aunque ya desde los tiempos de los antiguos mayas se podría mencionar a las ceremonias tradicionales como el antecedente de las puestas escénicas, destacó Óscar Ortiz, actor y promotor cultural de la Riviera Maya, en el marco del Día Mundial del Teatro, que se conmemora este 27 de marzo.

“En la cultura maya hay espacios dedicados a lo que sería la ritualidad, que es nuestro antecedente del teatro. En la era moderna, a partir del siglo pasado, sí ha existido el espacio escénico. Existen 12 teatros en el estado, la mayoría espacios al aire libre. El antecedente de las salas teatrales son los cines, que eran cine-teatro, a partir de la influencia yucateca, con el teatro regional, el sainete y todo lo que son las comedias”, detalló el también productor teatral.

Indicó que la oferta teatral del estado se ve muy influenciada por artistas de diferentes partes del país que llegan a radicar en Quintana Roo y traen con ellos sus técnicas. El problema, dijo, es que no existe un programa propio de desarrollo teatral en la entidad, donde se estimule la capacitación profesional de actores, directores, escenógrafos, vestuaristas, maquillistas, etc. 

Los carnavales, señaló Óscar Ortiz, son un ejemplo del esplendor en cuanto a despliegue escénico que podría alcanzarse localmente; al mismo tiempo, son estos eventos los que “atrapan” al talento en materia de maquillaje, vestuario y escenografía principalmente.

“No hay una dramaturgia quintanarroense, por ejemplo, a comparación de lo que puede existir en Campeche, Chiapas, Yucatán o Veracruz. Todo esto se debe a que somos un estado joven; algunos profesionales que hemos emigrado a la península, hemos estado picando piedra por más de 30 años y eso ha favorecido que se desarrollen algunos grupos pero no todos se dedican de tiempo completo o a nivel profesional al teatro”, resaltó el entrevistado.

Una fuente de trabajo importante para actores y bailarines son los hoteles de la zona norte, varios incluso tienen su propio elenco para ofrecer diversos espectáculos a los huéspedes, pero es en la sociedad local en su conjunto donde se requieren más programas que desarrollen la cultura teatral y el ir creando público afecto a este arte. “Realmente sí hay público, lo que no hay es oferta, son pequeñas temporadas estudiantiles, a nivel semiprofesional… pocas a nivel profesional, dadas las carencias que se tienen”, aseguró.

Hizo especial alusión al teatro callejero, ese que utiliza los parques y las plazas públicas como foros, y que se ha ido perdiendo. En los últimos tiempos, consideró, se le ve como un modo de supervivencia, en la cual se puede generar un ingreso económico en los cruces de los semáforos o el transporte público

“Hay artistas que cruzan la península de Yucatán, que están siempre en tránsito entre Campeche o Yucatán o Quintana Roo, buscándose la vida. En el caso de Playa del Carmen, habemos (Sic) varios agentes que hemos estado impulsando el teatro y fue en la pandemia donde muchos artistas se quedaron sin su fuente de trabajo y tuvieron que salir a la calle por una urgencia económica”, concluyó Óscar Ortiz.

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