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En una entrevista con ‘La Jornada’, el jefe de la Seguridad se sitúa al lado del presidente y reitera que no tuvo nada que ver con la matanza de Ayotzinapa.
En una entrevista con ‘La Jornada’, el jefe de la Seguridad se sitúa al lado del presidente y reitera que no tuvo nada que ver con la matanza de Ayotzinapa.

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El secretario de Seguridad de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, ha declarado en una entrevista con el periódico La Jornada que está “dispuesto” para cualquier reto que haya que enfrentar, aunque su mente, dice, no está todavía en las probables encuestas de Morena para elegir candidato a la capital, porque si así fuera perdería la atención en sus tareas de protección pública. “¿Cómo saber si estoy listo para algo que ni siquiera sabes si vas a tener que estar, para algo que no te has estado preparando?”, dice en un video emitido por el rotativo. ¿Pero está listo para cualquier reto?, le pregunta el periodista. “Por su puesto, listo”, dice. Su discurso está en clave política y todo parece indicar que se trata de su destape para enfrentar el Gobierno de la Ciudad de México, un cargo para el que ha sonado fuerte en todas las quinielas de los últimos tiempos, aunque no sea el único que pugne por ello en Morena. Harfuch habla de su compromiso por la seguridad y con el país, algo que le viene de familia, afirma. Y, como todos los demás candidatos de Morena han ido haciendo, el jefe de Seguridad se arrima también a la sombra de Andrés Manuel López Obrador. “Siempre hemos contado con el respaldo del presidente” en las tareas de seguridad, dice. “Diario trabajamos con el presidente, estamos apegados a la estrategia de seguridad del gobierno”.

“No somos políticos, esa es la realidad, nunca hemos tenido esa función”, dice, aunque agradece que las encuestas le incluyan entre los posibles candidatos a gobernar la Ciudad de México. “Mi compromiso es absoluto y no es un compromiso de ahora, sino de muchos años, todo mi trabajo ha sido para mejorar las condiciones de seguridad”, sostiene. Cuando le preguntan por qué se inició en la función pública cuando nació en una familia en la que no tenía necesidad de afrontar los peligros de su profesión, explica: “Sentía que no estaba haciendo nada por mi país, mi papá siempre estuvo al servicio del país, y mi mamá [actriz] con su trabajo a su manera también, siempre fue una mujer productiva”. Reconoce que su tarea le ha separado de buena parte de su vida privada: “Ha habido repercusiones personales, como perderte el nacimiento de tus hijos, o las fechas importantes, pero no es un sacrificio, nadie te tiene a la fuerza, tú lo eliges”, dice.

En todo caso, el secretario de Seguridad, afirma en la entrevista que seguirá en sus funciones hasta que concluya su cargo. Y preguntado por otros conocimientos de la Administración necesarios para enfrentar el Gobierno de la ciudad, Harfuch señala la virtud de tener buenos equipos. “Puedes ser un experto en Administración, pero también experto en administrar para robar. Hemos aprendido un poquito y nos sentimos preparados para cumplir con cualquier tarea que tengamos que hacer en la ciudad”, en la que nació, alcara en ‘La Jornada’.

Harfuch tiene un pasado complicado para enfrentar una campaña política, puesto que su figura ha aparecido en papeles que lo relacionan o lo ubican en Ayotzinapa cuando se perpetró la matanza de los 43 estudiantes. Sabe que ese es el gran baldón que deberá combatir para transitar un puesto público de calado. “Te involucran en un hecho así y es lamentable, doloroso, no tuve participación en eso, ni siquiera estaba en ese Estado, en Guerrero”, ha dicho en la entrevista. Sostiene desde siempre que él, por aquel entonces, estaba trasladado a Michoacán. “Hay quien se imaginan que yo estaba con dos personas a quienes puedes decir ‘cúbranme para que diga que estaba en Michoacán y no en Guerrero’, pues no, eran despliegues enormes, más de 300 personas, cantidad de policías en el hotel de Nueva Italia donde dormíamos, que pueden acreditarlo, el mismo Hipólito Mora [líder de autodefensas] que acaba de perder la vida, pues estábamos ese mismo día juntos en Buenavista. En Ayotzinapa nunca estuve, no participé en las investigaciones, ni en el caso”, ha afirmado.

El carismático líder de la policía recuerda en la entrevista el atentado que sufrió cuando viajaba en su coche camino del trabajo y en el que murieron dos guardaespaldas. Es uno de los acontecimientos que le dio a conocer en un amplio espectro político y que abundó en reconocimiento para desempeñar tareas políticas. “Ya sabemos a qué estamos expuestos. Sería lamentable y patético que quieras servir a tu país cuando todo está bien, y salirse cuando se pongan difíciles las cosas, sería un terrible mensaje para la policía y otras instituciones”. De nuevo en clave política, García Harfuch dice que habla constantemente con los vecinos de la ciudad, porque ahí es donde recibe el pulso y donde puede “medir qué es lo que está pasando, ahí es donde te das cuenta, con las quejas, porque si bien los reportes son precisos, falta escuchar de manera permanente a los vecinos, entonces salgo cuando tengo que salir”, afirma. El jefe de la policía tiene unas condiciones muy restringidas para hacer una vida normal en la calle, debido al riesgo de su profesión incrementado después del intento de asesinato.

Este destape de García Harfuch llega un día después de que medio México hablara solo del Frente Amplio y de Xóchitl Gálvez, la recién elegida candidata de la oposición. Una vez que los carteles presidenciales están casi resueltos, a falta de que se conozcan las preferencias ciudadanas para Morena entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, la Ciudad de México será ahora la gran incógnita de los partidos. No es una plaza fácil para ninguno, porque no hay candidatos claros, pero es de máxima importancia en la política nacional.

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