«Los ucranianos bombardearon el distrito de Graivoron con morteros y artillería, en total cayeron 132 proyectiles, que destruyeron un control fronterizo y varias carreteras, rompieron los cristales en varias viviendas y dañaron un automóvil», escribió Gladkov en su cuenta de Telegram.
También mencionó el poblado de Glotovo, donde cayeron 6 proyectiles que destruyeron una casa.
«Además, el distrito de Graivoron fue atacado con drones y misiles, se logró derribar uno de esos drones y dos misiles», agregó el gobernador de la región de Bélgorod.
El lunes 22 de mayo, un grupo de saboteadores ucranianos incursionó en el territorio del distrito de Graivoron de la provincia rusa de Bélgorod para cometer actos de sabotaje. Ante esta situación, el gobernador de la región, Viacheslav Gladkov, impuso el estado de operación antiterrorista.
Al día siguiente, el Ministerio de Defensa ruso informó de más de 70 terroristas ucranianos abatidos. Según detalló el titular de Defensa, Serguéi Shoigú, una gran parte de los agresores fue eliminada en una operación conjunta de la Fuerza Aeroespacial y el Ejército.
De acuerdo con las autoridades de la región de Bélgorod, la incursión de los saboteadores ucranianos dejó 13 heridos. El gobernador Viacheslav Gladkov informó de un civil muerto.
Bélgorod, como otros territorios de Rusia fronterizos con Ucrania, lleva meses bajo alerta de nivel medio, que implica restricciones al movimiento, inspecciones de vehículos y posibles órdenes de evacuación a zonas seguras.
El aeropuerto de la capital provincial permanece cerrado desde que Rusia lanzó su operación militar especial en Ucrania el 24 de febrero de 2022 en respuesta a la solicitud de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para que se les preste ayuda frente al genocidio por parte de Kiev.
